Hay caballos cuyo corazón los lleva a vencer a otros quizá más rápidos. La máxima existe desde que las carreras son carreras. El año último fue Latency el que se encargó de probarlo en el Gran Premio Internacional Carlos Pellegrini (G1-2400 m, césped) y ahora, en 2008, Life of Victory obtuvo un triunfo con bastantes similitudes al de aquél en la prueba máxima del turf continental.
Con seis años a cuestas y luego de cuatro temporadas de competir en el máximo nivel, el alazán consiguió el éxito que su noble corazón se merecía.
Ese que en 2007 había llegado a acariciar tras dominar en la recta final, pero que luego se desvaneció para llegar en un no menos meritorio cuarto lugar.
Life of Victory estaba desde la previa en ese numeroso grupo de candidatos, pero corría a la sombra del emergente potrillo City Banker (Lode), candidato de todos y su compañero de caballerizas. La mayoría lo olvidó, pero debió recordarlo de golpe cuando en el derecho irrumpió por dentro para hacerse amo y señor de la situación a 180 metros del disco.
Fuerte atropelló por dentro el brasileño Negro da Gaita (Know Heights), pero su loable esfuerzo sólo le alcanzó para escoltar al caballo del stud El Gusy. Medio cuerpo hubo entre ambos, con Reraise (Know Heights) –también nacido en Brasil pero con campaña en la Argentina- completando la trifecta a idéntica diferencia.
Fue una fiesta fantástica la del Carlos Pellegrini, que se coronó con el triunfo de Life of Victory, el caballo cuyo corazón siempre se mueve más rápido que sus patas.
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