Desconfiado, el gran campeón (El País)

Apenas tres ediciones bastaron para que la Serie Campeones se convirtiera en una de las principales jornadas de la hípica nacional. Ayer unas 4.000 personas desafiaron el frío y concurrieron al hipódromo para ser parte de la gran fiesta.

Cinco de los seis caballos más apostados fueron los que integraron el marcador del Campeones Classic, la carrera insignia de la novel y exitosa serie. Al tope del semáforo, estuvo por primera vez en una contienda jerárquica el regular Desconfiado. ¡Y bien merecido lo tiene!

Durante su etapa de potrillo, defendiendo los colores del Casupá (establecimiento en el que nació y se crió) y al cuidado de Ever Perdomo, el hijo de Demostrado había sido un protagonista de lujo de la Triple Corona, llegando tercero en la Polla y segundo en el Jockey Club y el Nacional.

Ya en manos de Walter Báez y con cuatro años encima, el nieto materno del irlandés Sonus relanzó su campaña con dos holgados éxitos condicionales —uno de ellos en tiempo récord para los milsiete— y luego cosechó más arrimes en el nivel superior al completar la trifecta en el Pellegrini y luego finalizar como principal escolta de Sing-A-Song (Wild Event) y Escolaso (Essayons) nada más y nada menos que en los grandes premios José Pedro Ramírez y Municipal.

Ayer se sacó la espina y venció a los mejores fondistas del medio de manera inobjetable. Eugui lo trajo de menor a mayor por el centro de la pista, mientras Alcázar (Aramram) y Escolaso le ponían sal y pimienta al trámite estableciendo intensos parciales de 47s 72/100 y 1m 11s 18/100.

Tras ingresar a la recta final, el piloto sanducero lo mandó al frente temprano, mientras Alcázar se empeñaba en resistir, Escolaso perdía terreno y Just One (Asidero) arrimaba amenazante por un andarivel exterior. Cuando el pedrense le llevó la carga, Desconfiado lo frenó bien y en el disco lo venció por casi dos cuerpos, después de haber recorrido los dos kilómetros de la competencia en destacados 2m 1s 87/100.

La gran mayoría de los resultados de la serie estuvieron dentro de lo esperado. La única sorpresa se dio precisamente al inicio del evento que ayer volvió a repartir US$ 200.000 en premios, merced a la creatividad y el esfuerzo de las asociaciones de Propietarios y Criadores y al apoyo de Hípica Rioplatense.

La protagonista principal del desenlace del Juvenile Fillies fue Sienna (Cagney) que en cuatro actuaciones condicionales no había podido salir de perdedora. En su última muestra, había llegado segunda al hocico de Sweet Roy (Cagney) a la que esta vez derrotó por un cuerpo a un dividendo de 26,05 a ganador por cada peso apostado. Su escolta también pagaba grande y juntas originaron una exacta que devolvió $ 31.365 por boleto.

Después llegó el Juvenile, en el que Sub Far volvió a parecerse al potrillo que había deslumbrado cuando salió de pobre. El hijo de Subordination siguió de cerca los pasos de Godfree Ray (Gulpha Gorge) durante el tramo inicial y apenas giró la última curva pasó a dominar por el centro de la pista, para después soportar sin problemas el embate de El Encopao (Robin Des Pins) que, justo es decirlo, gastó buena parte de sus energías al disparar en el paseo preliminar.

Otra que se reencontró con su mejor nivel fue Rock Emperatriz (Mantle Rock) que volvió a partir con retraso pero esta vez tuvo un trámite más favorable a sus características y, además, contó con una conducción más serena por parte de Edinson Rodríguez, quien ayer pegó triplete. Viniendo de menos a más, la zaina del Gavroche se adueñó del Distaff tras dominar a falta de unas tres cuadras para el disco y controlar sin susto en el final el avance de la favorita Charrúa Girl (Asidero) que la escoltó a un cuerpo y tres cuartos tras 1m 50s 16/100 (1.800 m) de carrera.

Por su parte, el renegrido My Alley (Aly’s Alley) confirmó sus notables velocidades al ganar netamente el Juvenile Sprint, en el que derrotó por un par de largos a Safin (M’ami Claude) tras hacer la punta en compañía de las potrancas Wrangler Diz (Wrangler) y Kiss Alley (Aly’s Alley). El pupilo de Marcelo Blanco completó el kilómetro en 58s 92/100 dejando una excelente impresión.

La frutilla del postre estuvo a cargo de los velocistas adultos, que brindaron un electrizante espectáculo en el Sprint. Dejando de lado un paréntesis competitivo de más de tres meses, Patio de Ritz (Patio de Naranjos) respondió a la confianza de los apostadores y bien llevado por Luis Cáceres superó por un cuerpo y medio a Rezongón (Asidero) luego de cubrir los 1.200 metros en 1’10”44c.

(Foto: Desconfiado / Gentileza Maroñas Entertainment).