Dos éxitos que también merecen ser contados

(Fuente: El País)

No sólo de victorias clásicas vive el "burrero de ley". En muchas ocasiones hay triunfos que no se obtienen dentro de ese nivel, pero que para las personas que están involucradas en él tienen un valor, incluso, hasta superior.

El pasado domingo en Maroñas, dos caballos lograron ese tipo de conquistas. Por ejemplo, el éxito de Nexus será recordado como el primero del stud Larry Querido, pero para Luis Salesi, copropietario del hijo de American Chance, significó mucho más que eso, ya que le permitió saldar un "compromiso moral" que había asumido con un amigo que ya no está entre nosotros. "Empecé a venir a Maroñas en 1978 y junto a mi hermano Sergio formamos una barra de amigos, con los que además de vernos en el hipódromo también íbamos al viejo Jockey Club todos los miércoles a ver las carreras de San Isidro. Uno de los integrantes de esa `banda` era el Dr. Luis Larrañaga, al que cariñosamente apodamos `Larry`. Un 6 de enero lo pasé a buscar para ver el Ramírez, que dicho sea de paso fue el último del viejo Maroñas, aquel que ganó Snow Foss y al terminar la reunión pasamos por mi casa y me di cuenta que él no se sentía bien y que a la vez trataba de disimular su dolor. Al tiempo, me confesó que tenía cáncer de columna. Me dijo: `Luisito, me muero, lo mío no tiene solución` y me largué a llorar. Unos meses después falleció y el día que lo enterramos, me prometí que si algún día teníamos colores, iban a llevar un nombre que lo recordara para siempre. Él era sanducero y como yo de Nacional, por eso la chaquetilla lleva el rojo, azul y blanco del `Bolso` y Paysandú", sostuvo Luis, quien reconoce la presión que junto a sus socios le hicieron sentir al entrenador Mario Rodríguez, por la ansiedad de lograr el primer éxito en homenaje a su querido amigo. "Lo volvimos loco. Parecía que estábamos por correr un Ramírez", acotó.

Otro triunfo que merece ser contado es el de Winning Number, el cual nació en el haras Los Apamates luego de venir desde los Estados Unidos en el vientre de su madre. "Nació completamente chueco, totalmente incorregible. Cuando llegó al stud causó asombro y todo aquel que lo veía opinaba que ni siquiera valía la pena que lo domaran. Pero después, gracias al trabajo del herrero y del personal, superó la doma y para sorpresa de todos comenzó a entrenar con total normalidad", contó Julián Pérez, manager de la laureada cabaña.

Más datos aporta Juan Delgado, entrenador del defensor del stud Simpatía: "Hubo un momento que estuvo desahuciado. Es que era tan chueco que impresionaba. Más de uno dijo: `éste nunca va a llegar a correr` y terminó ganando por `varios` y con una rienda en cada mano. Sin dudas, son de esos triunfos que tienen un sabor especial", expresó.

(Fotos: Winning Number / Nexus / Gentileza Maroñas Entertainment).