En Palermo, Escamonda ratificó su envidiable aliento

El hijo de Alpha Plus se impuso de punta a punta en los 2500 metros del Clásico General Belgrano (G2)

(Fuente: www.turfdiario.com)

Si de ponerle garra a un triunfo se trata, Escamonda debe ser hoy por hoy uno de los caballos que más se aferran a ella. El hijo de Alpha Plus ratificó su evolución este lunes 15 en Palermo imponiéndose en el Clásico General Belgrano (G2-2500 m), y lo hizo llevando como bandera ese corazón que a sus propietarios ya les valió más de un festejo de los grandes y un llamativo incremento de su cuenta bancaria.

El hijo de Alpha Plus volvió a demostrar su superioridad de punta a punta, tal como lo había hecho en el Clásico Vicente Dupuy de San Luis -la carrera de los 500.000 pesos- y en el Gran Premio 25 de Mayo (G1), el día que le bajó el copete al mismísimo Life of Victory (Incurable Optimist).

Ahora el rival que lo puso en aprietos sobre el final fue el ascendente Seminu (Gem Master), aunque como todos los que lo intentaron últimamente debió conformarse con verlo desde atrás. Escamonda salió decidido de las gateras y se movió con bastante naturalidad. Los parciales iniciales de 25s70/100 y 50s86/100 ya prácticamente condenaban al resto de los participantes.

Cuando el zaino pasó los 1200 metros en 1m15s35/100 no costaba demasiado imaginarse como sería el final. A esa altura, el limitado Visión Glory (Vision and Verse), que había largado bastante mal, se puso a las patas del líder, pero sin energías en el tanque. Algo más atrás, Reraise (Brz-Know Heights) parecía traer andar sobrador, aunque luego no respondería como podía aguardarse. Seminu, en tanto, corría en la zaga, esperando.

En el codo y tras pasar la milla en 1m40s46/100, Edwin Talaverano movió un tanto a Escamonda, que respondió sacando ventajas que se ampliarían al desembocar en la recta final. Visión Glory comenzaba su inexorable retroceso, mientras Reraise se estiraba y Seminu mejoraba abierto. Al promediar el derecho Escamonda corría sin escollos rumbo a su tercer triunfo en el plano mejor rentado, más allá de que sobre el final la atropellada de Seminu llegó para ponerle un toque de suspenso. El caballo del stud Rogo, como siempre, hizo el resto para poner a resguardo su victoria, todo al cabo de 2m35s93/100, marca discreta.

Seminu, en el que fue su bautismo clásico, cumplió una labor más que digna y será cuestión de observarlo de aquí en más para conocer si es capaz de continuar en alza.
Bautnary (Missionary), tercero a cinco largos, también se salvó del aplazo, aunque se haya quedado con el último lugar del podio mucho más por falencias ajenas que por virtudes propias.

El interminable Flag’s Boy (Flag Down) y un a esta altura indescifrable Reraise completaron el marcador rentado de una carrera que finalmente no tuvo en la pista a Ibope (Lode), Rica Roy (Roy) y Rainbow-Dancer (Brz-Shudanz).

Las carreras entre 2400 y 2500 metros, ya sean en el césped de San Isidro o en la arena de Palermo, tienen por estos días un líder indiscutido en Escamonda, lugar al que accedió a base de una capacidad que escasea para acomodarse a las distancias muertas. A esa cualidad, el pupilo de Miguel García que se crió en el Haras Viejo Tombo le agrega la guapeza, formando un cóctel que suele ser muy difícil de bajar.