Latency logró que el público se animara a desafiar al frío (La Nación)

Volvió Latency y sólo faltaron los aplausos ayer en Palermo. Tal vez atentó contra ello el frío, que invitaba a conservar las manos en los bolsillos cuando la noche se convertía en el marco del regreso del caballo que, desde hace años, tiene un idilio con el público. Muchos decidieron hacerle frente al tiempo, cuando desapareció el sol, y quedarse en el hipódromo porque corría él. Otros optaron por ir especialmente a verlo y hasta llevarse algún recuerdo, como esas imágenes que captaron cámaras y teléfonos celulares desde que asomó su cabeza con el corazón en la frente y se instaló en un box, con vendas azules en las manos, a la espera de la carrera.

"Si hay quienes lo quieren como parte de la familia y no quieren que le pase nada, somos nosotros. Si no tuviera la sanidad que nos muestra, no lo correríamos", aseguró Dardo Fernández Aramburu, su criador y propietario, en compañía de su familia, cuando aún faltaba una hora para la competencia, a trece meses de su anterior presentación. El cardiocirujano intentaba explicar que eran infundados los comentarios que ponían en duda la fortaleza del caballo que edificó su fama desde su debut el 30 de abril de 2004.

"Tuvo un problema en la cuerda de la mano izquierda y lo mandamos al haras, pero lo superó. Le hicimos los estudios y eso se desinflamó. Ahora no tiene nada; por eso vuelve", agregó, sin sorprenderse por la rapidez con la que se puso ágil. "Sirvió diez yeguas y ocho quedaron preñadas. En diciembre aún estaba alzado, pero cuando llegó al stud se olvidó de todo. Es un atleta", comentó Dardo sobre el caballo que venció en Maroñas, ganó el Pellegrini la tarde que Jorge Valdivieso se retiró y hasta viajó a Dubai.

El clásico terminó siendo una excusa para que se pusiera a punto con miras a las Carreras de las Estrellas. Por eso, el cuarto puesto es anécdota. Muchos se fueron enterando de que las expectativas eran limitadas y lamentaban que el hipódromo recibiera apuestas para Latency. Otros prefirieron disfrutar cada movimiento e ilusionarse con regalarle una ovación. Para nadie, como todo campeón, pasó inadvertido.


Udaondo: "el objetivo siempre fue el Classic"
La vuelta de Latency generó ilusiones en Juan Udaondo, su entrenador, quien desde hoy empezará a trabajar con la mira en el 26 de junio. "El objetivo siempre fue el Classic. Desde que llegó al stud nos fijamos este clásico como preparación y tanto en la partida que hizo con Edwin como en la carrera se notó que necesita un poco más de tiempo".

19 centímetros menos de panza tenía ayer Latency respecto de hace 3 meses, cuando inició su preparación.