Murió Southern Halo

(www.laquebrada.com.ar)


Southern Halo murió ayer en el haras La Quebrada, a los 26 años. Murió el padrillo de más éxito, el más generoso, el que trajo a la Argentina Hernán Ceriani Cernadas, incluso contra la opinión de muchos, para entrar en la historia de las carreras de caballos en la Argentina. Ganador de cinco pruebas en los Estados Unidos, segundo en el Super Derby y en el Swaps Stakes (ambos Grupo 1), el hijo de Halo produjo a Team, El Compinche, Miss Linda, Wally, Southern Spring, Handsome Halo, Hangar, en una lista de 167 ganadores clásicos, 56 de ellos de Grupo 1.


Insuperable en nuestro país, enorme en Sudamérica, admirado en el mundo, fue líder de la estadística entre 1994 y 2001, y en 2003 y 2007. Su último aporte a las carreras de máximo nivel fue (es) Jungle Point, ganador este año del Casey, en 2200 metros. Y todavía quedan tres generaciones por correr. Para seguir disfrutándolo.


El turf argentino está de duelo. El semental de las mil historias, de los 16 campeones, deja vacío su potrero en La Quebrada, donde este año habíamos decidido darle ya descanso. Y produce un hueco en el elevage que va a ser duro de llenar. El dominador absoluto del ranking de abuelos maternos desde 2004, con el privilegio de haber compartido el número uno de ese rubro con su conquista entre los reproductores en 2007.


El caballo que admiró tanto John Magnier, titular de la irlandesa Coolmore, que lo llevó para su roster de Ashford, en Kentucky, donde produjo a More Than Ready, otro gran padrillo ahora. Hace pocos días, en Keeneland, Magnier dijo, cuando se le comentó que Southern Halo era el Sadler's Wells argentino: "Southern Halo tuvo el don de aglutinar a su alrededor gente de primera clase en el turf mundial: Robert Sangster (criador), Stavros Niarchos (propietario), E.P. Taylor (criador de Northern Dancer, el abuelo materno), D. Wayne Lukas (su entrenador) y Hernán Ceriani Cernadas".


Ya lo estamos extrañando al gran Southern Halo. "Me despedí de él hace una semana. No sufrió, no tuvo dolores", dijo Hernán Ceriani Cernadas (h.). Un poco lo habíamos despedido todos en la última presentación de productos para la Venta Primavera de La Quebrada. No pudo estar en el desfile de padrillos habitual ese día, pero muchos desfilamos delante de su piquete para verlo, para admirarlo, quizá hasta para darle fuerzas.


Nadie podía en ese momento ser tan egoísta como para pedirle más a este gigante. Por eso, con haber sido contemporáneos de sus hazañas, con haber sido testigos de lo que produjo, podemos considerar que nuestra vida hípica está muy bien recompensada.