La presentación en La Mission, ya un clásico (Turfdiario)

Hay reuniones que son un clásico para la hípica argentina. Lo son los remates de La Quebrada y Firmamento o las noches de festejo en Castañón, la casa que los hermanos Guerrieri abren de tanto en tanto para los amigos y la gente de turf. Bien puede decirse que la presentación de los padrillos en la Estación de Montas La Mission ya forma parte de ese pequeño grupo.
Alguien recordaba por allí con buen tino. “Y pensar que cuando faltaban apenas unos meses para que comenzara a funcionar, aquí había maiz”. Ciertas palabras del hombre que las aportó.
No muy lejos de aquella visión, La Mission es hoy no sólo una realidad, sino un éxito de envergadura que ayudó en mucho a que en los últimos años los haras nacionales se vieran obligados a recurrir a reproductores top para emparejar la competencia. Su aparición fue saludable y sin dudas redundará en un mejoramiento del elevage.
Habría unas 300 personas en la cabaña ubicada en el kilómetro 86,700 de la ruta nacional 8, en San Andrés de Giles, provincia de Buenos Aires. Todos se fueron contentos, tras pasar una tarde amena, de charlas interminables, bajo un sol radiante que ayudó a que el paisaje fuera prácticamente una postal.
Pasado el mediodía llegó la hora de la presentación de las grandes estrellas de La Mission. Uno a uno fueron apareciendo los padrillos...Por el escenario improvisado con fardos -debe haber pocas cosas más cómodas para sentarse- pasaron Storm Surge (Storm Cat)(foto), Catcher In the Rye (Danehill), Art Master (Royal Academy), Footstepsinthesand (Giant’s Causeway), Honour and Glory (Relaunch), la nueva incorporación, Majestic Warrior (A.P. Indy), Johannesburg (Hennessy) y el fenomenal Giant’s Causeway (Storm Cat).
“Storm Surge y Footstepsin-thesand es increíble lo que mejoraron desde que llegaron”, aportaba Nicolás Ojea Quintana, Director General del proyecto, que tampoco pudo escapar a la parte nostálgica, recordando como empezó todo.
Por allí estaba también César Valle, el querido veterinario del Haras Firmamento, parte fundamental en La Mission. “Haber hecho esto fue una locura. Te cuesta creerlo”. En las palabras de Coco hay mucho de justificado orgullo, no sólo por sus aportes permanentes, sino porque Ezequiel, su hijo, es también parte importante en los logros. Además, ahora que el hombre será papá, abuelo Coco no puede controlarse...
La Mission es hoy sin dudas un orgullo para la hípica argentina, continuador de una tradición que habla de crianza de primera, quizá una de las características principales por las que se reconoce a nuestro turf en el mundo.
Es cierto, La Mission no es el único lugar en el mundo, todas -absolutamente todas- las cabañas locales aportan su parte para que la cosa vaya mejor. Lo que no puede quitársele es el mérito de haber revolucionado, para mejor, el mercado de los padrillos.
No es poco que ayer todos los presentes pudieran deleitarse con la presencia cautivante de Giant’s Causeway, líder actual de la estadística en los Estados Unidos. El dato sirve para graficar el objetivo de La Mission, un joven clásico argentino.