Murió El Prado, otro gigante de la cría mundial (Turfdiario)

Apenas unos días después de que la cría mundial del caballo de carrera perdiera al célebre Gone West (Mr. Prospector), la desaparición de otro de los monstruos sagrados de la actualidad conmocionó al elevage mundial.
El Prado, campeón en las pistas y en el haras, murió ayer por la mañana en el Adena Springs de París, en Kentucky, Estados Unidos. Un ataque al corazón dejó al tordillo tendido en su piquete ante al asombro de su padrillero, que hacía instantes lo había colocado allí como todos los días.
Consagrado Campeón 2 Años Macho en Irlanda en 1991, El Prado fue el principal continuador de la línea de Sadler’s Wells, su padre, en el país del Norte, en una distinguida carrera en la reproducción.
Ganador de cuatro carreras sobre nueve presentaciones -incluído el National Stakes (G1) y el Juddmonte EBF Beresford Stakes (G2)-, El Prado fue retirado para la reproducción en el Airdie Stud de Brereton C. Jones, como parte de una sociedad que agrupaba a Robert Sangster y el preparador Vincent O’Brien, para quienes compitió, Coolmore y Frank Stronach.
Allí permaneció hasta 1998, cuando fue trasladado a Adena, la cabaña de Frank Stronach que adquirió la total de la propiedad del floreciente padrillo.
El servicio de El Prado fue de los 7500 dólares que costaba en su inicio hasta los 125.000 en que se ofreció durante la temporada 2006, circunstancia que habla a las claras del renombre que el reproductor supo ganarse con el correr de los años.
“Si bien tenía 20 años, la noticia no deja de ser un shock. Al menos, todo fue muy rápido. Es una dura pérdida, pero a la vez fue un gran privilegio contar con esta clase de caballo. Esto es de lo que se trata este juego: de un sueño”, comentó Dermot Carty, la persona de Adena que estuvo a cargo de orquestar el desermbarco de El Prado desde Airdie.
Carty también agregó: “Tuvimos tiempos duros al comienzo, pues la gente no quería escuchar hablar de él. El público en general no saltó a bordo de nuestro barco porque no era muy comercial y, supuestamente, se trataba de un caballo pastero. Levantó las madres a los niveles que sólo lo hacen los buenos padrillos. No tenía super estrellas en sus libros, lo hizo a la manera dura”.
Hijo de Lady Capulet (Sir Ivor), ganadora de las 1000 Guineas (G1) en Irlanda, y hermano materno de Entitled (Mill Reef), Campeón 3 Años Macho en Irlanda, El Prado fue toda una figura en la cabaña.
Con catorce generaciones en edad de correr, es padre a la fecha de 74 ganadores clásicos, 30 de ellos de grado y de dos campeones: Kitten’s Joy y Mi Prader.
Al margen de lo que pensaba la mayoría, los hijos de El Prado se destacaron tanto en arena como en el césped, aunque principalmente de la milla para arriba, respondiendo allí sí a su genética.
Tan notable fue el paso del tordillo por el haras que lideró la estadística de padrillos en 2002, siendo además segundo en 2003 y 2004 y quinto en 2005, números que hablan por sí solos.
La generosidad de El Prado se extiende ahora a través de sus hijos, con el fantástico Medaglia D’Oro a la cabeza, el reproductores joven más cotizado en los Estados Unidos y que en su primera generación dio a la no menos estupenda Rachel Alexandra.
Artie Schiller, Borrego, Asi Siempre, Quimera, Senor Swinger, Lord Admiral, El Soprano y muchos otros nombres aparecen entre los descendientes más destacados del caballo que fue criado en Irlanda por el Lyonstown Stud.
El Prado aparece envuelto en una historia que lo tuvo apenas a algunas definiciones de llegar a la Argentina como padrillo, aunque finalmente, por desgracia, las negociaciones no llegaron a buen puerto.