Tarde de amigos en La Quebrada (La Nación)

La cabaña de la familia Ceriani Cernadas presentó los productos de su próxima venta

Es un acontecimiento cada año la Venta Primavera del haras La Quebrada. Se siente ya en la muestra de los productos, que se hace en la propia cabaña de Pilar y que ayer reunió a más de 200 "amigos", al decir de Horacio Houssay, el director técnico. Es mucho el tiempo que el veterinario lleva en la casa de los Ceriani Cernadas como para que piense en el marketing cuando ve el jardín frente a la casa principal lleno de gente que pasa un momento agradable, y se olvide de que el día del remate se convertirán en clientes.

Pero también están los que disfrutan por primera vez de ese desfile de potrillos y potrancas con prólogo de padrillos. Como el fiscal Carlos Stornelli, que acaba de reasumir su cargo. Nada como el campo y los caballos para cortar la semana. O Natalia Maidana, la gentil encargada de prensa de Palermo, que habría querido pasar más tiempo para observar los potreros, las yeguas, las crías.

Salen los reproductores. Todos. Hasta Easing Along, El Corredor y The Leopard, cuyos primeros hijos nacidos allí sólo se venderán el año próximo. Está bárbaro Easing Along. "Gracias a la gente que trabaja en el haras", explica Antonio Bullrich, micrófono en mano. El 7 de septiembre lo cambiará por el martillo. Están los hijos de Luhuk, Mutakddim, Russian Blue, Indygo Shiner, Grand Reward... y Southern Halo. Se lo extrañó en la previa a ese gigante.

En la despedida, Hernán Ceriani Cernadas recibe felicitaciones. Le dicen que la calidad no decae con el tiempo. "Es lo que buscamos", responde. Pero lo que más oye son agradecimientos al anfitrión.

Por allí pasa Amalio Miño. "Hace 45 años que trabaja con nosotros." Acaso esa lealtad sea uno de los secretos para seguir en lo alto.