Roberto Pellegatta dejará de entrenar. La decisión ya la había tomado el cuidador, que en los últimos años hizo del éxito una rutina y sólo la conocían sus más íntimos, pero el hecho de que el hipódromo de Palermo pueda suspenderlo por haberse encontrado en el primer test de control del doping vestigios de un tranquilizante (acedán) en el material de investigación extraído a su yegua Miss Bera, adelantó los tiempos.
"Pellegatta, como cuidador, se acabó; no hay vuelta atrás", dijo ayer el preparador a LA NACION, hablando en tercera persona y refiriéndose a la idea de dejar el mundo del turf.
Pellegatta tomó conocimiento de esa novedad ocurrida en Palermo en forma extraoficial, pero ya adelantó que no asistirá a la apertura del frasco testigo. De confirmarse el estudio, le cabrían cuatro meses de suspensión.
Ganador de todas las carreras que se puedan imaginar, el preparador con pasado de jinete y próximo a cumplir 67 años, hacía tiempo que venía madurando su retiro.
Si tardaba un poco más, era por su deseo de terminar de hacer profesionalmente a su hijo, Robertito, convertido ya en su mano derecha en las mañanas de ensayos.
"No tengo edad para bancarme este tipo de cosas. Va a seguir mi hijo, en quien tengo puesta toda mi confianza y posee condiciones. Estoy seguro de que le va a ir bien. Sólo espero que lo dejen trabajar y no lo lastimen. Igual, voy a estar cerca de él porque esto de alguna manera forma parte de mi vida. No es fácil largar todo, pero hasta acá llegué", amplió el preparador.
El último gran éxito de Pellegatta ocurrió hace una semana, cuando su caballo Flag Copado ganó el Gran Premio General San Martín. Entonces, Pellegatta trató de mantenerse ajeno al triunfo, dándole todo el crédito a su hijo. Antes había sucedido otro tanto cuando ganó el Classic.
El acedán es una droga que suele utilizarse para tranquilizar a los animales; es de uso habitual en caballos muy nerviosos en los studs, pero no está permitida en la competición.
"Lo que salió en el análisis es tan infantil, demasiado infantil, para un hombre de mi experiencia. Tengo 50 años en las carreras y vi de todo. Yo no puedo cometer semejante error. Además, ¿para qué voy a querer dormir a un caballo? Ese tipo de medicación se da por vía inyectable y se usa generalmente cuando un caballo está parado, para que el peón lo pueda manejar mejor. En mi stud, sólo dos personas tienen acceso a la veterinaria y por eso me sorprendí mucho cuando me enteré. Tengo absoluta confianza en mi personal, en mis capataces; es gente que hace muchos años que está conmigo. La única explicación que encuentro cuando intento entender qué pasó es que alguien me haya querido perjudicar, pero eso son sólo pensamientos". Expresó la frase de un tirón. Como un desahogo.
Miss Bera, una potranca de tres años, se clasificó segunda en la reunión del 18 del actual y todavía milita en la categoría de perdedoras.
Ganador de un par de distinciones Carlos Pellegrini en el rubro entrenador, la voz de Roberto, ayer, era la de un hombre golpeado anímicamente. "Yo empecé de muy abajo y con suerte llegué a donde llegué. Esta profesión es mi vida, pero llegó la hora de parar.
El gran desafío que le espera a Roberto Jr. "Roberto Jr., el hijo de Pellegatta, trabaja junto a su padre en los studs desde hace por lo menos cuatro años. A partir de ahora, su gran desafío será continuar con la exitosa campaña de su padre.
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