Opinión: temas varios en una semana agitada (Turdiario)

De viajes prohibidos, palabras oficiales, información discrecional y amnistías inexplicables

La actualidad del turf nacional no da pausa y los temas de charla permanente se suceden con una rapidez llamativa. Pésimas referencias llevará al SENASA la situación denunciada por el entrenador Jorge Cuenca sobre lo sucedido en el Hipódromo de Tandil durante la última reunión de carreras.

Según consta, muchos caballos llegados desde distintos puntos lejanos -incluso desde Balcarce, distante a 150 kilómetros- habrían competido allí, violando la resolución 265/2010 -con continuidad en la 342/2010- impuesta por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria y que prohibe el tránsito equino en el ámbito de la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires a raíz del brote de Arteritis Viral.
La novedad llegó apenas unas horas después de que el ente gubernamental aceptara el corredor equino entre San Isidro, Palermo y La Plata, al tiempo que seguían las negociaciones para ampliarlo a distintos centros de entrenamiento.
Por naturaleza, el argentino excede los límites. Pensar en el bien propio sin hacer base en lo ajeno es una cualidad por demás presente; y, si de hípica se trata, quizá las cuestiones se multipliquen.

SENASA le tendió la mano al turf y algunos agarraron el brazo. Lo publicado en el Diario El Eco de Tandil y luego ampliado por el Diario Clarín es motivo ahora de investigaciones. Se cree que, de existir sanciones, estas recaerán sobre el hipódromo en problemas, de cuyos dirigentes no se ha escuchado palabra oficial al respecto hasta el momento; con tanta agua que corrió debajo del puente, difícilmente ocurra.

* * *

Y ya que hablamos de palabras dirigenciales, bien vale poner en actas las cosas. Días atrás, desde estas mismas columnas se daba cuenta de situaciones que provocaron malestar surgidas en el Hipódromo de La Plata, relacionadas justamente a un tema similar al que hoy hace hablar de Tandil, al margen de algunos entredichos surgidos por resoluciones adoptadas.
Sin entrar en discusiones sobre quien tiene la razón, debe destacarse la loable vocación de dar la cara -siempre se está a tiempo- por parte de la comisión de carreras del Bosque en nombre de Héctor Darío Serino, uno de sus vocales, comunicándose directamente con nuestra redacción y dando a conocer su versión sobre los hechos.
El mundo del turf nacional -en su total expectro- debe escuchar de sus dirigentes explicaciones cuando correspondan, anuncios cuando amerite y pedidos de disculpas por errores cometidos.
La Plata aceptó los suyos y es un síntoma interesante de cara a un cambio en la comunicación que muchos reclaman, con caras visibles bajando al llano para tener un mayor contacto con la realidad de lo que pasa en los hipódromos.
Serino se comprometió a, en el futuro, transmitir cuestiones de diferentes órdenes con más asiduidad a través de los medios. Enviar a los comunicadores una gacetilla informativa cada semana no es un trabajo demasiado pesado y puede ayudar a que muchos se enteren de situaciones que merecen ser conocidas.
Vaya entonces el reconocimiento para la comisión de carreras platense, que se hizo cargo de lo sucedido, para el bien de todos.

* * *

Precisamente la comunicación no parece ser últimamente el fuerte en el Hipódromo de San Isidro, donde sus dirigentes reservan las noticias importantes para repartirlas de forma discrecional, y si desparraman al por mayor otras mucho más intrascendentes.
Días atrás se supo a través de la revista Puros de Carrera sobre la elaboración de un ráting nacional y que mereció en nuestras páginas un excelente artículo por parte de Sebastián Heredia que mereció muchísimos elogios y también algunas críticas valiosas.
Por cierto que el ensayo -al margen de si se está de acuerdo o no con lo allí publicado- es de sumo valor, pues proyecta incluir a nuestro país en las mediciones que cuatrimestralmente elabora la Federación Internacional de Actividades Hípicas.
Sin embargo, hubiera sido saludable que el Jockey Club lo hubiera compartido originalmente con todos.

* * *

Otro tema que San Isidro reservó fue el de la amnistía resuelta para los cuidadores cuyas sanciones fueran menores a los cuatro meses. ¿El motivo? Según se supo, ¡el Bicentenario patrio!
Para el diccionario de la Real Academia Española la palabra amnistía significa olvido legal de delitos que extingue la responsabilidad de sus autores.
Si bien los tratamientos prohibidos lejos están de ser un delito en la base de la palabra, al margen de que si pueden considerarse en cierto punto una estafa a la buena fe de apostadores, rivales y público en general, realmente no tiene demasiado sentido lo resuelto por el Jockey Club.
Claramente el entrenador que comete un error debe pagarlo, y aquí no se entra en un juicio de valores sobre si fue hecho a conciencia o por errores involuntarios.
Con la amnistía -en todos los ámbitos en que sea aplicada- se ubica en un mismo plano a aquellos que caminan por la vereda con respecto a los que caminan por la calle. La vereda está reservada únicamente para peatones, pero en la calle pasan autos y si uno se arriesga a que lo pisen, es un problema propio..
Alguna vez un auto puede subirse a la vereda, claro, pero ciertamente que los riesgos son mucho menores. El que asume otros mayores, debe hacerse responsable...Sin amnistía que valga de por medio.

Diego H. Mitagstein