Comenzó la cuenta regresiva para el Carlos Pellegrini (La Nación)

El 11 de diciembre es la fecha señalada; mientras tanto, en el hipódromo de San Isidro trabajan para que la reunión de ese día supere todas las expectativas

Por Julio Guimaraes
LA NACION


Será el supersábado hípico el del 11 del mes que viene, con la final del Abierto de Polo, en Palermo, y el cierre de temporada turfística en el hipódromo de San Isidro, con el Gran Premio Carlos Pellegrini. Como para ir repartiéndose entre uno y otro evento, yendo y viniendo por Libertador o Panamericana.

Hoy se conocerán los participantes para la carrera madre del turf argentino, que repartirá nada menos que 1.302.000 pesos en premios.

El Pellegrini es más que una carrera con los mejores caballos de la zona; es un lugar en el mundo. Es el imán que convoca a diferentes clases sociales bajo el mismo techo. El burrero y el turfman con la misma camiseta.

Se corre el 11 del 12, pero para el hipódromo se largó hace tiempo. Un Pellegrini no se arma de un día para el otro. Lleva su tiempo organizarlo. Cuesta caro.

Bruno Quintana, el presidente del Jockey Club, habla de un Pellegrini de la alegría. A eso apunta. Le importan tanto la fiesta en las tribunas como el espectáculo de los caballos en la pista.

"Nos jugamos con todo; sabemos que será una convocatoria atípica, para la gente que viene siempre y los que no vienen nunca", apunta. "El del año pasado fue bárbaro y éste tiene que ser mejor todavía", se ilusiona.

Se lo escucha entusiasmado a Quintana con la posibilidad de lograr un hipódromo lleno de bote a bote. Le importa la recaudación de ese día, pero tanto o más que San Isidro se convierta en la ventana de la hípica argentina al mundo.

"Cuando se organiza el Pellegrini hay que poner los límites cada vez más lejos, superarse año a año. Si uno piensa en lo que cuesta, si mide al Pellegrini con el bolsillo, mejor sería no hacerlo de las dimensiones que se lo quiere. Hay que perder lo razonable en pos de alcanzar metas importantes", define.

Como ocurre desde hace algunas temporadas, el Carlos Pellegrini será una herramienta solidaria para lograr fondos que ayuden a la obra del hospital Fernández. Habrá una fiesta, pero sin olvidar que del otro lado hay gente que la puede estar pasando mal. Queda demostrado, pues, que no se trata solamente de una carrera de caballos la de diciembre.

En tiempos en los que el hipódromo incorpora nuevas máquinas expendedoras de apuestas o se aproxima a un nuevo centro de computos, San Isidro sueña con una reunión en la que cada visitante -nuevo o habitué- se vaya del hipódromo con una sonrisa de oreja a oreja más allá de que gane o no acierte con sus apuestas.

Y la organización tendrá poco tiempo para relajarse, porque enseguida tendrá que ponerse a trabajar para el Gran Premio Latinoamericano de Jockey Clubs e Hipódromos, una nueva excusa para tirar la casa por la ventana, en marzo de 2011, y hacer otra fiesta inolvidable.


HABRÁ UNA CARRERA EN HONOR DE QATAR

Una de las carreras de la fecha del Pellegrini estará dedicada a rendir homenaje a la Qatar Racing & Equestian Club, la entidad de carreras de ese pequeño país musulmán que auspicia el Gran Premio Arco de Triunfo. Sami Jassim Al Boenain, su manager general, haría un viaje relámpago y entregaría trofeos en San Isidro.