A Malpensa se le dio en la Copa de Plata (Turfdiario)

La hija de Orpen ganó por fin su primer grupo uno superando por 1 1/2 cuerpo a la potranca Catch the Mad

Dicen que lo que cuesta termina valiendo doble. Y sino, que le vayan a contar a Malpensa, la yegua a la que sistemáticamente se le había negado un triunfo en el máximo nivel hasta que ayer resolvió terminar con la mala racha imponiéndose merecidamente en el Gran Premio Copa de Plata - Arquitecto Roberto Vásquez Mansilla (G1-2000 m), sobre el césped de San Isidro.
Kick off para la serie internacional del Jockey Club, el Pellegrini de las Yeguas fue un desahogo para la hija de Orpen y Marsella, por el enorme Southern Halo. Habían sido cinco ya los segundos en la categoría y las dudas eran grandes sobre si algún día se le daría; eran muchas las oportunidades que habían quedado a sus espaldas. Sin embargo, en la más brava, la zaina colorada mostró orgullo y consistencia para coronarse.
Fue una victoria de equipo la de Malpensa. Forjada muchísimo antes y fruto del trabajo sistemático en una yegua que dio dolores de cabeza variados, pero que ahora premió a todos los que la ayudaron con una labor sin fisuras que provocó un festejo inolvidable.
A la cabeza de ese grupo que se desvivió estuvieron Juan Bautista Udaondo y Adrián Giannetti, entrenador y jockey de la heroína. Sin olvidar al grupo de la caballeriza Santa Inés, desde peones hasta galopadores. Cada uno desde su labor, se desvivieron para conseguir el objetivo. Sin entregarse. Buscándole la vuelta ya sea al temperamento de la yegua, a la forma de correrla o a la forma de entrenarla. Bien ganada está la comisión para todos, como bromeó alguien por allí en las tribunas.
La Copa de Plata ofreció un final con las candidatas como protagonistas. Y no sólo consagró a Malpensa. También elevó aún más la categoría de la potranca Catch the Mad (Catcher In the Rye), que con su segundo puesto no sólo se confirmó como la mejor por lejos de la camada nacida en 2007, sino que dejó abierto un futuro de notables perspectivas.
El lugar de escolta valió mucho para la reservada de Firmamento; muchísimo. No habrá que olvidarse a esta altura que debutó exitosamente en 1000 metros allá por mediados de enero, y fue capaz de mantenerse en la cima durante toda la temporada. Simplemente notable.
A las patas de la potranca cruzó el disco Ollagua, que por tercera vez probó suerte en la Copa de Plata sin conseguir el premio mayor. La descendiente de Pure Prize corrió fenómeno y dio la impresión de que podría haber estado mucho más prendida si no hubiera doblado el codo tan abierta, entregando ventajas sensibles que se notaron en los tramos finales, cuando descontaba rápido.

Un desarrollo perfecto

Malpensa sumó merecimientos durante toda la carrera para llevarse la victoria, administrada con el libro en la mano por Adrián Giannetti, un jockey de los más jóvenes y con mayor talento.
La largada uno parecía comprometerla en la previa, pero Malpensa salió presta de las gateras con Giannetti dejándola moverse; la intención era no quedar encajonado y esperar que otros se hicieran cargo del liderazgo.
Le salió al pie de la letra, pues Pablo Falero con Aicega (Slew Gin Fizz) y Juan Cruz Villagra con Asua (Lucky Roberto) asumieron la delantera a poco de andar. Con parciales moderados de 23s84/100 y 47s8/100 para los primeros 400 y 800 metros, aquellas marcaban el paso mientras detrás quedaban Catch the Mad y Malpensa, con Giannetti buscándola hacia cuarta línea para tener libertad. Más lejos quedaba Ollagua, a la expectativa.
El ritmo se aceleró desde el codo (1m10s86/100 para los 1200 m), cuando Catch the Mad ya igualaba a las líderes. La recta encontró a la potranca de Firmamento pasando a ganar de forma efímera por los 400 metros, siendo sometida pocos segundos después por Malpensa, que con andar parejo se distanció hasta cruzar el disco con 1 1/2 cuerpo a su favor.
Desde lejos, tras quedar atrás por doblar el codo demasiado abierta, la carga de Ollagua la colocaba en una tercera posición que, dio la impresión, podría haber mejorado. Hubo apenas medio cuerpo con respecto a la segunda. La brasileña Super Carina (Know Heights) y Jumbalaya (Pure Prize) completaron el marcador.
Malpensa, la misma que había perdido carreras de grupo uno que pareció tener ganadas, la misma que le sacó canas verdes a Juan Udaondo, se convirtió ayer en la heroína de la Copa de Plata 2010, un recuerdo imborrable y el primer grupo uno para el Stud-Haras Santa Inés en su historia, incluyendo su primera etapa en la industria, cuando respondía al nombre de Clausan.
Tuvieron sus razones, entonces, el efusivo festejo de Giannetti -debió dejar constancia por excederse-, la emoción de Juan Udaondo y la satisfacción de Alessandro Misserochi, el propietario y criador.
Ninguno de ellos le perdió jamás la fe a Malpensa. Y ella, con la nobleza típica de los caballos, les respondió la tarde que en los papeles todo parecía más difícil. Merecido está, claro.

Diego H. Mitagstein